Otoño en mi invierno, colores muertos y palidos han imvadido la primavera, auyentando al rojo y amarillo de mi vista, sediendo paso al frio y a la desolación.
Parada en medio de la nada, esperando una mano estrechada o un cálido abrazo. Siento la lluvia caer, gotas que bajan por mi rostro desapareciendo en mi cuello.
Sin sol, solo nubes grises que se hacen mas grandes con cada segundo que pasa. Árboles sin hojas, solo ramas casi quebradas que luchan por mantenerse en pie.
Mi mirada vacía, mi alma adolorida y mis ojos mezclando lagrimas con lluvia. La espera es larga y mi paciencia termina hiriéndome.
Aunque tal vez este exagerando, no lo sé. Ahora estoy en este tétrico panorama haciéndome cuestionamientos que quisiera sacar de mi mente pero el viento se encarga de traerlos constantemente.
Debería ser impermeable y dejar pasar la lluvia como un paso más del clima pero hoy no puedo estoy aferrada a la primavera y todo suceso que lo altere me vuelve frágil y quiebra al instante.
Respiro despacio, pues el frió de el ambiente me esta matando. Tal vez no falte mucho, tal vez aun no sea el momento. Solo sé que hoy estoy encerrada en una esfera de lluvia, siendo consumida por tu frió y herida por mi niebla.
-Cherry-
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